LUNES,
día 23 Fiesta de Santa Brígida, Patrona de Europa
Ga 2,19-20: Vivo yo, pero no soy yo, es Cristo
quien vive en mí.
Hermanos: Por la ley estoy muerto a la ley, a fin de
vivir para Dios. Estoy crucificado con Cristo. Vivo, pero ya no soy yo el que
vive; es Cristo quien vive en mí. Pues mi vida en este mundo la vivo en la fe
que tengo en el Hijo de Dios, que me amó y se entregó a sí mismo por mí.
Sal 33,3-11: Bendigo al Señor en todo momento.
Bendeciré al Señor a todas horas, no cesará mi boca de
alabarlo.
Yo me siento orgulloso del Señor; que se alegre su pueblo al escucharlo.
Proclamemos qué grande es el Señor y alabemos su nombre.
Cuando acudí al Señor, me hizo caso y me libró de todos mis temores.
Vuélvanse a él y quedarán radiantes, jamás se sentirán decepcionados.
El Señor siempre escucha al afligido, de su tribulación lo pone a salvo.A quien teme al Señor, el ángel del Señor lo salva y cuida. ¡Prueben! Verán qué bueno es el Señor; dichoso quien en él confía. Que amen al Señor todos sus fieles, pues nada faltará a quienes lo aman. El rico empobrece y pasa hambre; a quien busca al Señor nada le falta.
- «Yo soy la verdadera vid, y mi Padre es el labrador.
A todo sarmiento mío que no da fruto lo arranca, y a todo el que da fruto lo poda, para que dé más fruto.
Vosotros ya estáis limpios por las palabras que os he hablado;
permaneced en mí, y yo en vosotros.
Como el sarmiento no puede dar fruto por sí, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí.
Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ése da fruto abundante; porque sin mí no podéis hacer nada.
Al que no permanece en mí lo tiran fuera, como el sarmiento, y se seca; luego los recogen y los echan al fuego, y arden.
Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros,
pediréis lo que deseáis, y se realizará.
Con esto recibe gloria mi Padre, con que deis fruto abundante; así seréis discípulos míos.»
Jn 15,1-8: El que permanece en mí y yo en él, ése
da fruto abundante.
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
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