martes, 15 de mayo de 2012


MIÉRCOLES, día 16


Hechos de los Apóstoles 17, 15. 22 – 18, 1
“... Pablo, de pie en medio del Areópago, dijo: Atenienses, veo que sois casi nimios en lo que toca a religión... me encontré un altar con esta inscripción: al Dios desconocido. Pues eso que veneráis sin conocerlo, os lo anuncio yo: el Dios que hizo el mundo y lo que contiene. Él es Señor de cielo y tierra y no habita en templos construidos por hombres...”
 CLAVES para la LECTURA
- Se trata del famoso discurso en el Areópago (probablemente el consejo de la ciudad) de Atenas. Es el primer encuentro no tanto con el paganismo, que ya había tenido lugar en otras partes, sino con la cultura pagana, con los representantes de la élite cultural del tiempo: estoicos y epicúreos. Estamos ante un discurso bien preparado, hábil; un ejemplo de inculturación que, sin embargo, no quita ni un ápice a la originalidad del mensaje cristiano. A pesar de que Pablo usa elementos de la cultura de los oyentes, citando incluso a poetas griegos, del mismo modo que citaba las Escrituras cuando se dirigía a los judíos, no hace un discurso de filósofo, sino de profeta. Anuncia a un hombre resucitado de entre los muertos, que permite vencer la ignorancia en la que cayeron durante siglos naciones enteras, es decir, la idolatría.
- Pablo se alinea con los más grandes filósofos y poetas que habían criticado la idolatría, pero dice lo que no podían decir ni los filósofos ni los poetas: es posible llegar a la verdad a través de un hombre, acreditado por Dios con la resurrección de los muertos; un hombre que será también el juez final, esto es, el criterio del bien y del mal. Frente a un anuncio tan poco «racional», el auditorio, como siempre, se divide. Muchos se van con la sonrisa en los labios, otros se adhieren al anuncio.
- Se ha discutido mucho si el discurso, es decir, el intento de inculturación, fue un éxito o un fracaso. Del mismo modo que se ha discutido si, después de este intento, cambió Pablo sus modalidades de anuncio. Sin embargo, parece que la intención de Lucas ha sido ofrecer el ejemplo de un modo de presentación del kerygma a los paganos cultos. Los resultados son los esperados, dado que la Palabra de Dios divide los corazones y las mentes. Con todo, hasta en la brillante y, en conjunto, superficial Atenas nace una comunidad cristiana: eso es lo importante para Lucas. Hay que recurrir a todas las modalidades de anuncio para predicar a Cristo.
 CLAVES para la VIDA
- El lugar donde se produce esta catequesis es todo un símbolo, puesto que se produce en el centro del pensamiento filosófico y religioso de Atenas. Pablo, haciéndose griego con los griegos, se adapta a su manera de pensar, a su lenguaje y a su cultura, para presentarles el mensaje nuclear, el Kerigma de la fe cristiana. De nuevo, el autor de Hechos destaca la capacidad de adaptación del apóstol, quien sabe “llegar” a sus oyentes, sin renunciar -al mismo tiempo- a presentar el mensaje.
- La confesión en él vivimos, nos movemos y existimos es, sin duda alguna, un resumen hermoso que el evangelizador Pablo ofrece a sus oyentes y a nosotros, que hoy acogemos ese mensaje. Ya que así lo siente él: toda nuestra existencia, todo nuestro caminar está orientado e iluminado desde Cristo Jesús, el enviado por Dios mismo para ofrecernos la plenitud.
- ¡Inmensa lección de inculturación la que nos ofrece el apóstol, su sensibilidad para con sus oyentes y su capacidad de adaptación! Y... ¡cuánto necesita, hoy, nuestra Iglesia, de evangelizadores y profetas con esa capacidad de sintonizar y conectar con nuestra cultura, con nuestro mundo! Y eso, simplemente para no caer en errores pasados. Y tú... ¿qué tal? ¿Cómo es tu capacidad de “sintonizar” con tu entorno, con el mundo?

Evangelio: Juan 16, 12-15
“... Muchas cosas me quedan por deciros, pero no podéis cargar con ellas por ahora: cuando venga él, el Espíritu de la Verdad, os guiará hasta la verdad plena... Él me glorificará porque recibirá de mí lo que os irá comunicando...”
 CLAVES para la LECTURA
- El texto incluye la quinta promesa de la misión del Espíritu, maestro y guía hacia la plenitud de la verdad. Tras una introducción al tema (v. 12), el fragmento, de valor teológico, se desarrolla en tres pasajes paralelos, que concluye cada uno con la misma fórmula («Os lo revelará»: vv. 13. 14. 15) y con una progresión temática doctrinal sobre las tres personas divinas: el Espíritu, Cristo, el Padre.
- Jesús querría revelar a los suyos muchas otras cosas, mas por ahora no pueden entenderlas. Antes tendrán que recibir el Espíritu. El Paráclito será la ayuda de los discípulos y les introducirá en «la verdad completa» (v. 13), esto es, inaugurará un período nuevo del conocimiento de la Palabra de Jesús. Su instrucción se desarrollará en lo íntimo del corazón de cada discípulo, y con ella conocerán los secretos de la verdad de Cristo y le podrán hacer entrar en ellos. La tarea del Espíritu será semejante a la de Jesús, aunque dirigida al pasado y al futuro.
 - Del mismo modo que el Hijo, en su vida terrena, no hizo nada sin el consenso y la unidad del Padre, así el Espíritu, en el tiempo de la Iglesia pospascual, actuará en perfecta dependencia de Jesús y «dirá únicamente lo que ha oído» (v. 13c). Guiará en la comprensión interior de la Palabra de Jesús; más aún: de Jesús mismo, «y os anunciará las cosas venideras» (v. 13d), es decir, os hará ver la realidad de Dios y de los hombres como el Padre y el Hijo la ven; os hará conocer, de modo verdadero, los acontecimientos del mundo y de la historia desde la perspectiva de la novedad iniciada por la muerte y la resurrección de Cristo, siempre nueva y creativa interiormente.
 CLAVES para la VIDA
- El Espíritu, además de defensor y abogado, va a ser también MAESTRO. A Jesús, en vida, sus seguidores no le captaron bien lo que les decía, qué clase de mesianismo era el suyo, por qué entraba en su camino redentor la muerte y la resurrección, qué significaba la Eucaristía que prometía,... Cristo es la verdad y la verdad plena. Pero, sólo desde el don del Espíritu será posible captar todo ese mensaje y su contenido: Os iluminará para que podáis entender la verdad completa (v. 13). Aquí nos encontramos.
- De hecho, no tenemos más que mirar la maduración que supuso la Pascua y Pentecostés para Pedro y los suyos. Y no sólo en su fortaleza de ánimo y en su decisión, sino también en la comprensión de la persona y el mensaje de Jesús. El libro de los Hechos que estamos meditando en estos días de Pascua es una buena muestra y ejemplo de este cambio que el Espíritu provoca en los seguidores de Jesús. Y es que ese Espíritu recibirá de mí, de Jesús, quien a su vez está unido al Padre.
- Nos encontramos en este tiempo de renovación que es la Pascua y el Espíritu de Jesús aletea en las realidades más diversas, y, en ocasiones, hasta conflictivas. Él sigue trabajando, también en mí, en nosotros, si le dejamos actuar. ¿Cómo voy viviendo mi proceso Pascual, el Encuentro con el Señor Jesús? ¿Su Espíritu me está trabajando y estoy yo, me siento, disponible para su acción transformadora? O... ¿estoy atolondrado?

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